lunes, 21 de julio de 2014

¿ES USTED UNA PERSONA SANA?





Personas sanas hay muchas, no son inexistentes, sí las hay y no necesariamente tienen que ser jóvenes. Sanas las hay en el sentido de no poseer manifiesta enfermedad sintomática alguna. Lo que no existen, son personas patógenamente limpias.

Pero antes de continuar con esta explicación, vale la pena aclarar los siguientes términos:

El primero es el significado de la palabra RESERVA ¿quién lo conoce…? Tal vez nadie lo ignore; todo el mundo sabe que se trata de algo positivo, algo bueno, pues su acepción es asociada con un prudente acopio, guardado o ahorro de algo importante, a manera de prevenido aprovisionamiento para un futuro. Hasta aquí todo está bien.

Ahora la pregunta es por la significación o el contenido semántico de la palabra RESERVORIO.

En esta oportunidad es posible que muchos no lo sepan. RESERVORIO es el sustantivo despectivo del sustantivo principal RESERVA. En otras palabras, RESERVORIO es un almacenamiento malo, un acopio indeseado, un apilado perjudicial; es decir, es un acumulado nocivo.

Sería incoherente o contradictorio hablar, por ejemplo, de una reserva de basura, o de una reserva de peces muertos y podridos, por citar estos dos ejemplos. En ese caso se estaría hablando de RESERVORIOS y no de reservas.

Además, el término RESERVORIO, en el Diccionario Oficial de la Real Academia Española  se encuentra explicado de la siguiente manera: “Población de seres vivos que constituyen el germen de enfermedades, que se ha alojado en forma crónica y que pueden llegar a propagarse como epidemia. O, depósito de sustancias de desecho que debieran ser eliminadas por las células o por el organismo en el que se encuentran.”

Así las cosas, nos damos cuenta que, oficialmente, RESERVORIO, es un acumulado nocivo asociado especialmente con el campo biológico.

Ahora empezamos a entender por qué una persona puede ser sana; pero no patógenamente limpia; pues todas las personas poseemos RESERVORIOS de gérmenes patógenos en el organismo (bacterias, hongos, virus o parásitos). Unas personas en más cantidad y otras, en menos. Hay quienes poseen reservorios de enfermedades graves y hay otras personas que sus reservorios no apuntan a desórdenes tan delicados.

Según los estudios del Dr. ISAAC GOIZ DURÁN, la gran mayoría de las enfermedades son la consecuencia del trabajo mancomunado y simultáneo de dos o más tipos de gérmenes patógenos: una bacteria más un virus, o una bacteria más un parásito, o una bacteria más un hongo, o una bacteria un virus y un parásito. Y así, las combinaciones que se puedan hacer.

Dentro de los reservorios de una persona siempre hay bacterias, virus, hongos o parásitos que son generadores de enfermedades, pero que aún no se ha manifestado como tal, pues a cada germen patógeno que la persona porta y que es potencialmente el causante de una enfermedad, le falta el socio para hacer la tarea nociva. Una vez la persona se contamine de ese otro germen patógeno, inicia la enfermedad.

Por ejemplo, en el caso de la bacteria Microbacterium Tuberculosis, ésta puede ingresar en el organismo y permanecer en él durante bastante tiempo; pero mientras no se encuentre con su germen patógeno disparador, no inicia su deplorable trabajo.

Y así como es el caso de la Microbacterium Tuberculosis, se produce el proceso para muchas otras enfermedades, incluso el SIDA; pues contagiarse del VIH no es sinónimo de haber adquirido ya la enfermedad. El virus conocido como VIH debe anidarse en el organismo (en el caso de él, en la sangre) y esperar a que le llegue su secuaz.

Muchas personas son portadoras de la bacteria E. Coli y son personas sin enfermedad, porque la bacteria está sola, no le ha llegado su sombrío gregario para empezar a producir serios problemas gástricos.

Pudiera hacerse un largo listado de las enfermedades que tienen su raíz en un germen patógeno que a manera de RESERVORIO debe esperar un tiempo corto, medio o largo, mientras llega su cómplice.


Y ahora bien, el BIOMAGNETISMO MÉDICO dota al terapeuta, además de las competencias curativas, de procedimientos y técnicas para detectar en el paciente OPORTUNAMENTE  gérmenes que están anidados a manera de RESERVORIOS. Y no solo detectarlos, sino ERRADICARLOS.

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